Amanda se encuentra en un aprieto por repetir una palabra que escuchó por casualidad. Los adultos se enfadan, y además, ¡está vendiendo palabrotas a sus compañeros! Como castigo, termina en una clase especial para alumnos con conductas problemáticas. Allí conoce a Billy, el chico más conflictivo de la escuela, reflexiona sobre sus actos y comprende el poder que tienen las palabras. Este libro, ganador del III Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga en 2012, es una lectura llena de humor inteligente y juegos de lenguaje, ideal para jóvenes lectores a partir de 9 años.